Entre 1955 y 1973, el buque hospital Gil Eannes fue el buque insignia de la “frota branca” portuguesa de la pesca del bacalao en las aguas de Terranova y Groenlandia. Durante sus años de servicio, el buque fue más allá de sus labores como buque hospital, realizando también tareas de autoridad marítima, buque correo, remolcador, rompehielos y de suministro a los otros barcos de la flota.

Tras su baja del servicio activo, el buque fue abandonado y amarrado en 1984 en Lisboa, en donde permaneció hasta que se anunció su venta para el desguace en 1997. Ante esta noticia, la Cámara Municipal de Viana do Castelo decidió rescatarlo y recuperarlo, y desde agosto de 1998 el buque permanece amarrado en el puerto de esta ciudad funcionando como buque museo y albergue para jóvenes.

El viejo Gil Eannes

La entrada de la República Portuguesa en la Primera Guerra Mundial del lado de la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso en 1916 trajo como consecuencia el apresamiento de todos los barcos alemanes fondeados en el río Tajo, entre ellos el mercante alemán Lahneck, perteneciente a la Deutsche Dampfschiffarts GeselIschaft Hansa, rebautizado casi inmediatamente como Gil Eannes. El buque, de 85 metros de eslora y 2.000 toneladas de capacidad de carga, sirvió como transporte de tropas portuguesas durante la guerra, funcionando tras esta como transporte marítimo en la carrera de las Azores.

Mientras tanto, las condiciones en las que navegaban los marineros y trabajadores de la llamada “frota branca”, la flota de bacaladeros portugueses en las aguas de Terranova y Groenlandia eran pésimas. El frío y la mala alimentación a la que estaban sometidos daban como resultado enfermedades del aparato respiratorio y digestivo o reumatismo, y cualquier tipo de accidente grave, apendicitis o ataque cardiaco resultaba mortal. Por ello, en 1927 el Gil Eannes fue adaptado en Holanda para servir como buque hospital y de soporte a la flota pesquera.

El buque tan solo sirvió de esta manera durante seis meses, ya que el nuevo gobierno salido de la dictadura militar que gobernaba Portugal desde 1926 tenía otras prioridades, y el buque fue utilizado para el transporte de presos. No fue hasta 1937 que el Gil Eannes volvió a dar servicio en Terranova, primero al servicio de la Marina de Guerra y a partir de 1942 trabajando para la Sociedade Nacional de Armadores do Bacalhau.

A principios de la década de los años 50 del siglo pasado, el Ministério da Marinha y el Grémio dos Armadores dos Navios da Pesca do Bacalhau decidieron la sustitución del viejo Lahneck por un buque más moderno, encargando a los astilleros de Viana do Castelo la construcción de un buque capaz de servir como buque hospital equipado con todo lo necesario para dar el mejor servicio a la flota de bacaladeros.

El nuevo Gil Eannes

En 1955 fue botado el nuevo buque, la construcción número 15 de los Estaleiros Navais de Viana do Castelo, bautizado también con el nombre del explorador portugués Gil Eannes. Su diseño le permitía no sólo operar como buque hospital, sino también como remolcador, rompehielos, correo y buque de suministros. Sus dimensiones eran de 98,5 metros de eslora por 13,7 metros de manga, y su casco, reforzado para la navegación en hielo, albergaba cuatro bodegas y tres cubiertas para la carga. A bordo había espacio para 72 tripulantes, seis pasajeros y 74 pacientes.

Tres de las bodegas y una de las cubiertas transportaban carga refrigerada; la otra bodega y una de las cubiertas el correo; en la última cubierta se guardaban los bidones de combustible para otros navíos.  La carga y descarga de las bodegas se llevaba a cabo mediante once palos de carga con ocho cabrestantes eléctricos. El equipo de cubierta se completaba con el molinete del ancla y el sistema electrohidráulico de gobierno, con el timón principal en el puente y un timón secundario en la cubierta de popa. Dos motores diesel de 1.045 kW cada uno permitían al buque desplazarse a una velocidad máxima de 15 nudos. La potencia eléctrica instalada a bordo alcanzaba los 780 kW.

Durante cada campaña, el Gil Eannes efectuaba entre 4.000 y 4.500 consultas, alojando a unos 400 pacientes accidentados o con enfermedades de menor gravedad pero que exigían hospitalización. Además se reaizaban unas setenta intervenciones quirúrgicas, doscientas extracciones de piezas dentales, innumerables exámenes radiológicos y un sin fin de pequeñas intervenciones diarias de pequeñas cirugías.

Un oficial de la marina de guerra de Portugal viajaba a bordo del buque para solucionar cualquier caso de indisciplina de los más de 7.000 personas que componían la flota bacaladera. El Gil Eannes también funcionaba como buque correo; más de 70.000 cartas eran enviadas o recibidas cada campaña entre los pescadores y sus familias en tierra firme. También daba servicio abasteciendo con redes, materiales de pesca, combustible, agua o cebo para la pesca a los buques de la flota, en las peores condiciones climatológicas y de la mar. Servir como remolcador o como rompehielos eran otros de los cometidos del Gil Eannes.

A partir de 1963, el buque empezó a funcionar como transporte de carga refrigerada en los periodos entre las campañas de pesca. Esta situación se mantuvo hasta 1973, año en que el Gil Eannes viajó a Brasil como embajada flotante del embajador portugués José Hermano Saraiva. A su vuelta a Portugal, el buque, retirado del servicio tras el fin de la pesca de bacalao con línea, quedó amarrado en el puerto de Lisboa durante año y medio.

En 1975 volvió a navegar, transportando bacalao seco de Noruega a Portugal, aunque ese mismo año fue requisado por el gobierno portugués para servir como buque hospital en la Guerra de Angola. Tras la guerra, el Gil Eannes fue utilizado de nuevo como mercante hasta 1984, año en el que se procedió a su amarre definitivo, de puerto en puerto hasta acabar en el Cais da Rocha lisboeta. Pasaron los años, y en 1997 el buque fue vendido como chatarra para el desguace.

Su fin parecía claro, pero el ex embajador José Hermano Saraiva lanzó una campaña en televisión para salvar el barco. La Cámara Municipal de Viana do Castelo, con la ayuda de diversas instituciones, empresas y ciudadanos se hizo con buque por 250.000 euros. Los astilleros de Viana do Castelo en donde el buque había sido construido cuarenta y dos años antes se encargaron de su restauración y tras la misma, la gestión del buque pasó a la Fundación Gil Eannes.

En 1998 el buque fue abierto al público en los muelles de Viana do Castelo, en donde permanece como buque museo, mostrando tanto su exterior como su interior a los visitantes que acceden a él previo pago de dos euros. Así, se pueden visitar sus cubiertas exteriores, el puente de mando, las cocinas, los camarotes de los oficiales y la tripulación, la capilla, la cámara de máquinas, diferentes pañoles y los espacios médicos con los que estaba habilitado (salas de cirugía, radiología, convalecencia, etc).

Para saber más.

– El Gil Eannes, buque hospital portugués, en la web Tecnología Marítima.

– Página web de la Fundación Gil Eannes.

– Del buque-hospital portugués “Gil Eannes”, en la web De la mar y los barcos.

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Juan A Oliveira es el responsable del Área de Ingeniería Naval Aplicada en CT Ingenieros. Desde 2013 edita y coordina el blog de temática naval vadebarcos.net. Puedes conectar con él a través de Twitter o LinkedIn.

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