El Black Pearl, entregado en 2017, es, con sus 106 metros de eslora, el yate más grande jamás construido en Holanda. Además, la última construcción de Oceanco incorpora por segunda vez en la historia el sistema de velas DynaRig diseñado en los años 60 del siglo pasado por el ingeniero alemán William Prölss.

La semilla del Black Pearl se plantó en 2010, cuando el arquitecto británico Ken Freivokh, recibió el encargo de diseñar un nuevo yate. Freivokh, criado en Los Ángeles, estudió ingeniería y arquitectura en Perú, antes de trasladarse al Reino Unido, en donde obtuvo un Máster en Diseño del Royal College of Art. Trabajando como arquitecto le llegaron sus primeros proyectos de diseño de yates, y años más tarde, de su estudio a orillas del río Hamble en el sur de Inglaterra, saldrían proyectos tan aclamados como el superyate Maltese Falcon.

Es este velero el que inspiró el nuevo trabajo de Freivokh, plasmado en un diseño conceptual de un yate de 96 metros de eslora bautizado como Nautilus y equipado con el característico sistema de velas DynaRig. Ideado en la década de los 60 por el ingeniero alemán William Prölss como ayuda a la propulsión de los buques mercantes, el sistema fue presentado en la Shipbuilding Society Congress de 1967 en la conferencia titulada On the question of the economics of wind-powered merchant ships. El bajo precio del petróleo hizo que la idea de Prölss no llegara nunca a materializarse, aunque el DynaRig siguió perfeccionándose durante las siguientes décadas. En 2004, el multimillonario americano Thomas Perkins se hizo con la patente y toda la tecnología de los diseños de Prölss para incluirlos en su nuevo barco, el Maltese Falcon.

Dykstra Naval Architects y Freivokh ya habían trabajado juntos en el proyecto de Perkins, y repitieron de nuevo con el Black Pearl. Su experiencia previa les permitió llevar un paso adelante la tecnología DynaRig incluída en el Maltese Falcon, aumentando su rendimiento mediante cambios en la forma de los mástiles y en la instalación de los mismos en el casco. En cuanto la ingeniería básica del proyecto estuvo lista y con la ingeniería de detalle casi finalizada, Ken Freivokh Design envió una petición de oferta para la construcción del yate a siete de los mejores astilleros de Europa y América, resultando elegido el astillero holandés Oceanco.

Fundada en 1987 por un grupo de inversores sudafricano liderado por Richard Hein, Oceanco se ha convertido en estos treinta años en uno de los astilleros líderes en el sector de los superyates de 80 a 140 metros de eslora. En sus comienzos, los cascos y superestructuras de sus embarcaciones eran construidos en Durban (Sudáfrica) para ser luego trasladados a Holanda para ser acabados.

Pero en 2002, ya bajo el control de Theodoros Angelopoulos, la estrategia del astillero cambió, centrándose en embarcaciones de más de 80 metros de eslora construidas totalmente en sus instalaciones de Alblasserdam, cerca de Rotterdam (Holanda), en donde cuenta con un dique cubierto que permite la construcción y reparación de yates de hasta 140 metros de eslora. La política de Oceanco pasa por la calidad frente a la cantidad, llevando a cabo un número reducido de proyectos cada año. De sus instalaciones han salido yates icónicos como el Amevi, el Alfa Nero o el Vibrant Curiosity. El astillero es en la actualidad propiedad de Mohammed Al Barwani, un inversor del Sultanato de Omán, que adquirió Oceanco en 2010.

En cuanto Oceanco entró en el proyecto, no tardó en incorporar al mismo a los diseñadores de Nuvolari Lenard, colaboradores del astillero en anteriores proyectos. El trabajo conjunto de Freivokh, Dykstra y Nuvolari Lenard evolucionó el concepto inicial Nautilus hasta el superyate Project Solar, como se conocía la embarcación en 2016, desarrollando conceptos como las formas curvas de su superestructura, las ventanas elípticas del casco o la llamativa proa Pacman del buque, capaz de atravesar las olas.

Botado en septiembre del 2016, el Black Pearl se convertía con sus 106,8 metros de eslora en el yate más grande jamás construido en Holanda. Las tres cubiertas del buque se reparten entre el casco de acero y la superestructura de aluminio. El diseño interior ideado por Ken Freivokh fue posteriormente refinado por el diseñador Gerard Villatte. Hasta doce invitados repartidos en seis camarotes pueden viajar a bordo del Black Pearl, atendidos por una tripulación de 18 personas y disfrutando de las típicas comodidades de estas embarcaciones (jacuzzi, spa o plataforma de baño). Dos motores diesel MTU 12V2000M72 le permiten desplazarse hasta a 17,5 nudos en ausencia de viento.

El sistema DynaRig del velero se dispone como un velero de vela cuadrada, compuesta de tres mástiles auto portantes, de movimiento independiente entre sí y que rotan sobre su base. Cada uno de ellos lleva cinco velas. Cada mástil, construido en fibra de carbono, soporta seis vergas fijadas al mismo. Las velas se recogen dentro de las vergas, y se despliegan con solo pulsar un botón gracias a un sistema de guías y motores eléctricos. Una vez desplegadas, las velas de cada palo no dejan ningún hueco entre ellas y funcionan como una sola pieza, mostrándose mucho más eficiente que los veleros tradicionales.

Algunas fuentes apuntan a que el multimillonario ruso Oleg Burlakov es el propietario del Black Pearl. Burlakov, que amasó su fortuna invirtiendo en banca, cemento y gas natural, se habría gastado en el yate unos 175 millones de euros.

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Juan A Oliveira es el responsable del Área de Ingeniería Naval Aplicada en CT Ingenieros. Desde 2013 edita y coordina el blog de temática naval vadebarcos.net. Puedes conectar con él a través de Twitter o LinkedIn.

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