11F, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: 5 ingenieras, 5 referentes

El 11 de febrero se celebra a nivel mundial el día internacional de la mujer y la niña en la ciencia. Las mujeres seguimos siendo minoría en las carreras técnicas. Entorno a este hecho hay un gran debate, no se sabe a ciencia cierta cuál puede ser el motivo de que esto siga siendo así, si es que hubiese uno solo, pero lo cierto es que varias flechas apuntan a la falta de referentes femeninos en las carreras STEM para las niñas. Decía Sally Ride, la primera mujer estadounidense en ir al espacio, que uno no puede ser lo que no puede ver.

Con el fin de participar activamente en la conmemoración de este día y sumar nuevos referentes, traemos hoy las historias de cinco ingenieras navales, cada una de ellas especializada en una rama del sector. Ellas son Nati Durán Mon (obra nueva y reparaciones), Noelia Sánchez Conde (diseño e ILS), Ana Belén Carrasco Martínez (maquinista naval y oficina técnica), Sandra Freiría Vejo (marina de guerra) y Lucía Santiago Caamaño (investigación y docencia).

Nati Durán Mon

Nati, con antecedentes familiares varios en las marinas de guerra y mercante, es delineante e Ingeniera Técnical Naval. Estudió en la Escola Universitaria Politécnica de Ferrol, en Serantes. Nos conocimos trabajando en ILS, pero la pasión de Nati siempre fue la obra. Siempre lo supo. Actualmente es Jefa de Obra en Serfrimec, una auxiliar de Navantia, pero ha participado en gran cantidad de obras, no sólo en esta compañía, sino también en otros astilleros.

Nati Durán con un compañero durante una jornada de trabajo. Imagen cedida.

Vdb: Nati, háblanos sobre tu carrera, sobre cómo llegaste a dónde estás, y cuéntanos cuál fue tu obra favorita, si es que hay alguna que recuerdes con especial cariño, o qué tipo de obra te gusta más.

Nati: Mi especialidad es propulsión y servicios. Empecé a trabajar en Serfrimec antes de terminar la carrera, (siendo al principio la única mujer de la empresa en obra) en el Juan Carlos I, y luego pasé a las fragatas noruegas y a la F-105. Me quedé embarazada de mi primer hijo y, después de mi baja de maternidad, me fui al paro por falta de trabajo (como le ha pasado a muchas otras a lo largo de los años).

Como no había demasiado sitio aquí en Ferrol donde trabajar, aproveché el tiempo y tuve una niña a la vez que hacía el máster de prevención y el de logística.

Después empecé a trabajar en el astillero que hay en la Graña (Talleres Eléctricos Blascar). Al principio me contrataron para cubrir una baja de maternidad en la oficina, pero en un mes pasé a producción, como jefa de buque en una transformación de un pesquero (cambio de arte de pesca, reforma de las cámaras, habilitación nueva…). Realmente ese es el barco que recuerdo con más cariño porque, aunque fue un reto extremadamente difícil, aprendí una barbaridad porque tocaba todos los palos, desde la pintura, el acero, la tubería… hasta la reforma de la cámara de máquinas.

Después de ese barco, vinieron más pesqueros, con grandes reformas, pero después de un año decidí hacer un pequeño parón y replantearme un poco la vida.

Ahí es donde nos conocimos, en DINAIN, pero hay que reconocer que uno es bueno en lo que le apasiona, y a mí me apasiona la producción y ante todo hay que ser honesta con quien te da la oportunidad de trabajar en algo nuevo, así que decidí hablar con Juan y decirle que volvía a «lo mío».

Así es como volví a la empresa en la que comencé mi carrera profesional. Estoy contenta aunque me gustaría que se valorase más mi trabajo. Creo que en muchas empresas las funciones de un jefe de obra se desdibujan un poco.

Vdb: Una vez aquí, ¿a dónde te gustaría llegar? Es decir, ¿cuál es el puesto de tus sueños o qué te gustaría poder llegar a hacer?

Nati: Pues la verdad es que no lo tengo demasiado claro, lo que sí sé es que me gustaría seguir muy ligada a la producción durante toda mi carrera, y que ser jefe de obra y mujer no se considerara un rara avis. Quizás, con los años, me gustaría dedicarme a la inspección más que a la dirección de obra y, por supuesto, me gustaría muchísimo seguir estudiando y en algún momento lo haré. Creo que una de mis grandes virtudes es que soy una luchadora y aunque a veces me derrumbe, es sólo un momentito, porque yo no me rindo nunca.


Noelia Sánchez Conde

Noelia es Ingeniera Técnica Naval, en la rama de estructuras marinas. Estudió también en la Escola Universitaria Politécnica de Ferrol, en Serantes. Además de Ingeniera Naval, Noelia es técnico superior en diseño en fabricación mecánica. y, antes de dedicarse al ILS, disciplina a la cual debemos el hecho de conocernos y en la cual somos compañeras de equipo, trabajó en Noa Madera Creativa y Cándido Hermida como Proyectista, participando en el desarrollo de mobiliario de tiendas para marcas como Michael Kors, Bimba y Lola,  Adidas e incluso tocó los yates de Sunseeker.

Noelia Sánchez Conde. Imagen cedida.

Vdb: Noelia, ¿Qué te inspiró a seguir el camino de la ingeniería?

Noelia: Desde siempre me gustaban los números y el diseño, pero también me gustaba mucho la historia y filosofía, de hecho, en un momento de mi vida pensé en estudiar historia y hablando con un profesor me dijo que la historia la podría aprender en libros durante toda mi vida… por lo que me decanté al final por la rama de la tecnología. En un principio quería estudiar arquitectura, pero me apasionaban demasiado los motores, turbinas… Y pensé qué me podría proporcionar arquitectura y mecánica. El resultado estaba claro: un barco. Una ciudad andante: el panadero no viene cada día, la electricidad no es suministrada por una compañía… es una maravilla de la ingeniería!!!

VdB: ¿Por qué FP e Ingeniería?

Acabé la ingeniería en plena crisis económica y la mejor opción era seguir formándome. Cuando acabé la carrera me sentía un poco vacía, muchas fórmulas, muchos datos, pero no tenía idea de nada concreto, no era autosuficiente, y si en algo creo que destaco es en ser una persona autónoma. Podría hacer la superior, un máster… entonces me di cuenta de que sabía dibujar pero no sabía qué era una chaveta, un rodamiento… así que me decanté por un FP en diseño en fabricación mecánica. La mejor decisión, por fin pude ver todo aplicado a la vida real, por fin las fórmulas tenían sentido, las deformaciones de los materiales, coeficientes de rozamientos, etc.

VdB: ¿Dónde te gustaría llegar? Es decir, ¿cuál es el puesto de tus sueños o qué te gustaría poder llegar a hacer?

Noelia: A donde me lleve la cabeza. No soy la misma de hace 10 años, ni de 5, ni seré la misma en 5 años… Tengo claro que no sólo tiene que apasionarte la función que vayas a desempeñar, el equipo y la gente que te rodea es tanto o más importante. Me gusta el diseño, el mantenimiento industrial, los motores… En definitiva, el taller y la oficina. Rodeada de buenos profesionales creo que el puesto, en mi caso, no es tan relevante. En ese sentido soy bastante modesta. Jamás pensé que estaría en el proyecto de un submarino y sin embargo aquí estoy, no se trata de cuál es el puesto de mis sueños, siempre intentaré ofrecer la mejor versión de mis capacidades.


Ana Belén Carrasco

Ana es Maquinista Naval e Ingeniera Técnica Naval y sería más sencillo contar qué no ha hecho. Ha navegado como alumna y engrasador de máquinas en buques de pasaje y petroleros, ha trabajado en oficinas técnicas en las especialidades de Sistemas mecánicos y Sistemas eléctricos, ha gestionado la formación de los astilleros estatales e incluso ha participado en excavaciones arqueológicas y colaborado con una asociación de caiaque brasileiro. Ana tiene una mente maravillosa e inquieta que la lleva a tener una historia que escapa a lo común.

Ana Belén Carrasco. Imagen cedida.

VdB: Ana, ¿Qué te inspiró a seguir el camino de las máquinas navales?

Ana: Si te soy sincera primero me dio por estudiar Física y la verdad es que me estrellé en esa decisión, ese año, aunque me saqué  5 asignaturas, no era para nada lo que yo era ni soy, y me sentía bastante perdida… hasta que me di cuenta de que lo que me gustaba eran las  las ciencias aplicadas, el dibujo técnico, arreglar cosas… y el mar. Así que hice caso a esas historias de viajes, barcos y aventuras que me contaba mi padre, algo que me hacía soñar a menudo. 

VdB:¿Y el de la ingeniería?

Ana: En mi último embarque en Noruega sufro un accidente que fue el comienzo de unos años bastante malos de salud, impidiéndome terminar los estudios de Máquinas navales, y es ahí donde decido que a lo mejor puedo cambiarme a una Ingeniería Técnica relacionada con los barcos que no requiera realizar embarques (era una espinita clavada que preferí dejar atrás por salud). En 2007 me traslado de Barcelona a Cádiz, ya con unos 10 años más que mis compañeros de clase, y comienzo de nuevo.

VdB: ¿Prefieres el mar o la tierra?

Ana: Me catalogo como híbrida, ya que me encanta tanto el mar como la tierra firme. He de admitir que la montaña me tranquiliza de tal manera que cada vez que vuelvo de alguna salida o expedición regreso cambiada, así que para mí la montaña hace que me encuentre a mí misma.  “El Mar”… el mar me hace soñar. Las pocas aventuras  navegando que he podido experimentar en mi vida profesional  han tenido tal repercusión que con ellas sueño a día de hoy. Recuerdo una noche de guardia en el MS Pearl Seaways (haciendo la ruta de Copenhague-Oslo) en la que me encontraba en la cubierta de proa y miré al cielo en el instante que viraba el barco. Me dio una visión de la cúpula celeste en movimiento haciendo visibles los haces de luz de las estrellas como si fuera una imagen en timelapse, esa sensación es la que me produce el sonido del mar, su olor, el salitre en la cara… me puedo poner hasta poeta si me dejas.

VdB: ¿Dónde te gustaría llegar? Es decir, ¿cuál es el empleo de tus sueños o qué te gustaría poder llegar a hacer?

Ana: Pues la verdad es que es una pregunta que me viene en un momento de cambio a nivel profesional. Todo lo que he hecho durante los 10 años anteriores ha sido de diseño, cálculo y éstos dos últimos gestionando formación para los astilleros estatales, y ahora me apetece aprovechar éste pequeño «kit Kat» para poder formarme y dar un empujoncito a la formación que me hace falta para poder trabajar como Inspectora o Comisario de Averías.


Sandra Freiría Vejo

Sandra es, también, Ingeniera Técnica Naval, en la rama de estructuras marinas. Estudió, también, en la Escola Universitaria Politécnica de Ferrol, en Serantes. Además de Ingeniera Naval, Sandra es titulada en diseño en fabricación mecánica. y, antes de dedicarse al ILS, disciplina que, una vez más, nos permitió conocernos, trabajó en Tromosa y Facet, en las ramas de diseño y calidad respectivamente.

Sandra ya atesoraba unos conocimientos impresionantes antes de ser Ingeniera de ILS, y era una gran compañera a la que nos dolió mucho perder, PERO…la Armada es su gran pasión. Sandra ha tenido el empleo de Marinero en varios buques, entre los que se encuentran el Patrullero Arnomendi o el BIO Hespérides, con los cuáles ha llegado a muchos sitios a los que el común de los mortales, con gran probabilidad, no iremos en nuestras vidas, por ejemplo el continente antártico. Ahora se prepara para ascender.

Sandra Freiría Vejo. Imagen cedida.

Nos cuenta que el camino al ascenso es arduo, no es fácil compaginar la vida en la mar con la exigencia de una oposición. Las guardias, tanto en puerto como en la mar, exigen un nivel de concentración óptimo para que todo fluya correctamente y, a menudo, después del esfuerzo laboral es difícil sacar ganas y también tiempo para estudiar y entrenar. Aun así, considera su trabajo uno de los más gratificantes que hay.

VdB: Sandra, ¿Qué te inspiró a seguir el camino de la ingeniería?

Sandra: Desde pequeña siempre me encantó jugar con todo aquello que estuviese ligado a la construcción o mecánica como el cásico Mecano o los Lego. También se me dieron siempre mucho mejor las asignaturas de ciencias que de letras así como el dibujo técnico, es por ello que decidí aprovechar esas capacidades y decantarme por una carrera más técnica.

VdB: ¿Por qué FP e Ingeniería?

Sandra: Actualmente la FP es una manera estupenda de propulsarte al mercado laboral, pero independientemente de esto pienso que la FP te hace comprender mucha de la teoría que se estudia en la carrera viendo, de manera práctica, cómo se utilizan todos los conocimientos que durante los años de universidad únicamente se plasman sobre el papel.

VdB: ¿Por qué la Armada?

Sandra: (ríe) Pues supongo que por el mismo motivo que la mayoría de los médicos o los docentes, por vocación. La Armada no es solo un trabajo, es una forma de vida. Tienes que tener muy claro que en muchas ocasiones vas a estar al límite de esfuerzo y cansancio pero se ve recompensado con todo lo demás. Tengo que reconocer que soy una persona bastante inquieta y que la monotonía de hacer siempre lo mismo me acaba aburriendo. Esto en la Armada no pasa, ya que las labores a desempeñar son variopintas, acordes a la misión que te toque en ese momento. No mentiría si digo que lo que más me llamó desde un inicio es la posibilidad de viajar y ver lugares que quizás de otra manera sería imposible, tal y como comentas, pero finalmente no es sólo eso, es también el compañerismo y la satisfacción de saber que realizas una labor para la ciudadanía o el medioambiente.

VdB: ¿Dónde te gustaría llegar? Es decir, ¿cuál es el empleo de tus sueños o qué te gustaría poder llegar a hacer?

Sandra: Me encantaría llegar a formar parte del Cuerpo de Ingenieros de la Armada y poder tener así una manera mejor de aprovechar mis conocimientos. Hoy por hoy, los ejércitos no sólo necesitan mejoras a nivel estratégico, sino que  también se intenta que el personal tenga una mejor calidad de vida cuando esté desplegado y sus funciones se puedan realizar de una manera más rápida y eficiente. Es por todo lo anterior que me encantaría  formar parte de este cuerpo, creo que con los años de experiencia como marinero, así como mis habilidades técnicas, podría aportar buenas ideas.


Lucía Santiago Caamaño

Lucía es Doctora en Ingeniería Naval y trabaja como investigadora en el Grupo Integrado de Ingeniería de la Universidade da Coruña (UDC) y como profesora en la misma universidad. Fue imagen de la campaña “Corazón de Investigadora” de la Televisión de Galicia y ha participado en charlas en colegios para niños de diversas edades con el ánimo de mostrarles cómo es y qué hace una ingeniera naval.

Lucía Santiago Caamaño. Imagen cedida.

Como investigadora, su campo es la estabilidad del buque. En particular, la monitorización en tiempo real de la estabilidad y los sistemas embarcados de ayuda al patrón (en los que está enmarcada su tesis doctoral). Dentro de sus intereses también se encuentra el comportamiento del buque en la mar y los ensayos en canal, de los que cuenta con experiencia por su trabajo en el canal de ensayos hidrodinámicos de la UDC. Además, en el grupo participa en proyectos de investigación de diversa índole, todos relacionados con la ingeniería naval, y cuenta en su haber con varias publicaciones en su campo.

Como profesora, imparte clase en el Grado y en el Máster de Ingeniería Naval y Oceánica en la Escuela Politécnica Superior de Ferrol. Además, recientemente asumió el cargo de coordinadora del STEMbach en dicha escuela.

Entre sus aficiones se encuentran viajar y el deporte, en especial el yoga, el senderismo, el surf o el windsurf. También es una apasionada de la naturaleza, del mar y de los animales marinos.

VdB: Lucía, ¿Qué te inspiró a seguir el camino de la ingeniería?

Lucía: Esta no fue una decisión fácil, pero cuando me tocó plantearme qué quería estudiar sabía que me gustaban las matemáticas, la física y el dibujo técnico. Esto me llevó a pensar en las ingenierías. Lo que finalmente me hizo decantarme por navales fue mi fascinación por los barcos y la variedad de salidas profesionales de la carrera.

VdB: ¿Y por qué Investigación?

Lucía: Desde pequeña siempre fui muy curiosa y a la hora de preparar los exámenes odiaba tener que repetir los mismos ejercicios una y otra vez. Por eso, cuando pensé en las salidas profesionales tenía claro que no quería algo monótono y vi en la investigación una opción que me permitía ver cosas nuevas constantemente. Por supuesto, también tiene sus inconvenientes, que son la gran inestabilidad y el esfuerzo que supone estar siempre aprendiendo cosas y estudiando. No obstante, por ahora me compensa.

VdB: ¿Dónde te gustaría llegar? Es decir, ¿cuál es el puesto de tus sueños o qué te gustaría poder llegar a hacer?

Lucía: Me gustaría poder seguir dedicándome a la investigación por lo menos hasta que me jubile (ríe). Dentro de esto me gustaría poder seguir dándole continuidad a mi tesis doctoral, me parece un tema muy interesante y que podría tener un largo recorrido. También me gustaría colaborar en algún proyecto grande que tenga transcendencia o que al menos aporte alguna mejora significativa al sector, en especial en lo relacionado con la seguridad marítima.


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Laura Alonso es Ingeniera Naval y Oceánica por la UDC. Viguesa de nacimiento, Ferrolana de adopción. Dedicada al Apoyo Logístico Integrado, la Gestión de la Innovación y el continuo aprendizaje por vocación. Puedes conectar con ella a través de TwitterLinkedIn.

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4 comentarios en “11F, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: 5 ingenieras, 5 referentes

    • Gracias a ti por la valoración y el reconocimiento. Saber que el mensaje está llegando y que la historia parece querer empezar a revertirse es maravilloso.
      Nos queda mucho que avanzar y que contar, muchas grandes mujeres del sector marítimo y naval a las que recordar y celebrar.
      Gracias, de verdad, por leernos!

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