El Aurora y incidente del banco Dogger: cuando la torpeza de la flota rusa casi adelanta 10 años la Primera Guerra Mundial

Petrogrado. 25 de octubre de 1917. 21:40 horas. Una salva disparada desde el crucero protegido Aurora es la señal que marca el inicio del asalto al Palacio de Invierno, residencia oficial de los zares de Rusia. De esta manera, el legendario barco se aseguró un lugar en la historia. Pero cuando llegó ese momento, el Aurora ya era un barco veterano. Había participado en la Primera Guerra Mundial y había logrado sobrevivir al desastre de la guerra ruso-japonesa. Además, había sido uno de los barcos implicados en uno de los episodios más oscuros de la flota rusa, el incidente del banco Dogger y los posteriores sucesos en la ría de Vigo que casi adelantaron una década la Primera Guerra Mundial.

Cuando en 1880 el Livadia (1880-1926), el nuevo yate del zar, se rompió en su viaje inaugural y tuvo que ser reparado en Ferrol

Si existió alguien realmente enamorado de las ideas del ingeniero naval escocés John Elder sobre barcos circulares, ese fue el vice almirante Andrei Alexandrovich Popov. Popov no solo construyó los dos únicos buques militares circulares de la historia, el Novgorod y el y el Kiev (más tarde renombrado como Almirante Popov su honor), sino que añadió a su colección el nuevo yate real del zar Alejandro II, el Livadia. Aunque Popov evolucionó el casco hacia una forma elíptica y consiguió resultados de velocidad y potencia equiparables a buques de la época de casco convencional, el fondo totalmente plano del yate dio problemas ya desde su viaje inaugural, lo que acortó de manera extrema la vida del buque como yate real.