Las contribuciones de las mujeres a nuestro sector, tradicionalmente masculino, son más abundantes de lo que se pueda pensar, y han tenido lugar en muchas de las ramas del mismo, desde la ingeniería y la inventiva, hasta la exploración y oceanografía, pasando por la dirección de empresas y la navegación tanto civil como militar.

Cuando se cumple un año de la llegada de estos relatos biográficos a Vadebarcos, hacemos un repaso de algunas de las figuras más relevantes en cada uno de estos campos.

Ingeniería

Elisa Leonida Zamfirescu, nacida en 1887 en Rumanía, fue la primera ingeniera de Europa, aunque tuvo que estudiar en Berlín, ante la imposibilidad de poder estudiar en su país natal. Fue, también, la primera mujer miembro de la Asociación Rumana de Ingenieros (AGIR) y miembro de la Asociación Internacional de Mujeres Universitarias.

En España, el 26 de octubre de 1908 nacía María del Pilar Careaga Basabe, que fue pionera en muchas cosas. Quizá su faceta política, más conocida, hace sombra al hecho de que fue la primera mujer ingeniera en España. Se matriculó en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid en 1923, junto a otros 29 alumnos en la que se conocería después como la “promoción de Pilar”. En esa promoción se había matriculada otra mujer, María Teresa Usabiaga, que no llegó a terminar. Al terminar la carrera dedicó su vida a la política, y en 1969 se convirtió en Bilbao en la primera mujer alcaldesa.

María Jesús Bobo de La Peña (promoción de 1975) fue la primera ingeniera naval de España. Ingresaría en la Escala de Técnicos Facultativos Superiores de Organismos Autónomos del Ministerio de Defensa. Trabajó en CEHIPAR, siendo investigadora principal en el Programa MJ-3A: Predicción potencia–velocidad para buques rápidos.

María del Carmen Tuñón Álvarez (1949) nació en Ferrol. Se matriculó en los estudios de Ingeniería Técnica Naval en la Escuela Universitaria Politécnica de Ferrol en octubre de 1966. Realizó la especialidad de “monturas”. En junio de 1973 finaliza su formación. Empezó a trabajar de forma inmediata en el astillero de Fene. Desarrolló su carrera en Astano durante 40 años, siendo además la primera mujer en ascender a analista jefe en uno de los astilleros más importantes a nivel estatal.

Pilar Tejo-Mora Granados fue una de las cuatro primeras mujeres en titularse como Ingeniera Naval en España, y es actualmente directora técnica de la Asociación Española de Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia (SPC-Spain). Es socia-directora de la empresa Teirlog-Ingeniería, especializada en consultoría e ingeniería de transportes y logística, y fue directora de Salvamento Marítimo, y responsables de la Sociedad de Salvamento. Fue la primera mujer en recibir el Premio AINE, otorgado por la Asociación de Ingenieros Navales, en el año 2009, en la modalidad de Ingeniero Naval con Trayectoria más Destacada, otorgado como reconocimiento a su labor como Directora General de Salvamento Marítimo durante más de un quinquenio, y por los logros realizados durante ese tiempo en el Plan Nacional de Salvamento 2006 – 2009. Al frente de Salvamento Marítimo le tomó el relevo, en 2010, la también ingeniera María Esther González Saavedra.

Sobre Raye Montague, nacida en 1935, ya hemos hablado, pero cabe recordar que ella y su equipo diseñaron por primera vez un buque de guerra por ordenador.

Oceanógrafas e investigadoras

Mary Sears y Anita Conti también merecen ser recordadas en esta categoría. Mary Sears, se alistó en 1943 como voluntaria en la Marina de los Estados Unidos, donde creó y dirigió la primera unidad de oceanografía y alcanzó el grado de comandante. En octubre de 2000, la Marina de los Estados Unidos botaba un buque de investigación con su nombre: el primer buque de su flota con nombre de mujer en sus 225 años de historia. Mientras que Anita Conti fue la primera mujer oceanógrafa francesa, y pionera en la conservación de la biodiversidad, además de haber sido la primera mujer en embarcar en un buque de guerra francés en tiempo de guerra para participar en las operaciones de limpieza de minas magnéticas en el Mar del Norte y Canal de la Mancha. Sus historias están aquí: Mary Sears y Anita Conti.

En este capítulo es vital recordar a Yelena Aleksandrovna Lyubimova, primera mujer científica en embarcar en un buque oceanográfico estadounidense en 1956, y Marie Tharp, la primera persona en cartografiar los fondos de todos los océanos, que no pudo embarcar hasta 1965. De ellas hablábamos en Las vidas cruzadas de Lyubimova y Tharp, maestras de la oceanografía.

En nuestro país, es de justicia recordar a Jimena Quirós, a quien se considera la primera oceanógrafa de España, y cuya carrera truncó el final de la Guerra Civil. En 1921 se convirtió en la primera científica contratada en el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Fue la primera mujer que embarcó en una campaña oceanográfica en España y la primera en firmar un trabajo científico en ciencias del mar.

Años después le tomaba el testigo María Ángeles Alvariño González: su carrera científica comenzó en el IEO. En 1953 recibió una beca para seguir estudiando en Reino Unido, donde se convirtió en la primera mujer científica en trabajar a bordo de un barco británico de investigación. Tres años más tarde recibió otra ayuda para continuar sus investigaciones en EE.UU. bajo la tutela de nada menos que Mary Sears. Desde 2012 uno de los buques oceanográficos más avanzados de la flota española lleva su nombre.

De vuelta en Estados Unidos, Cindy Lee Van Dover, nacida en New Jersey en 1954, fue la primera mujer, y la única hasta el momento, en pilotar el submarino más importante en la historia de la exploración oceánica: el Alvin. Dirigió 48 inmersiones a bordo de este submarino, la primera en 1990.

Por su parte, Sylvia Alice Earle, formó parte en 1964 de la primera expedición que exploró los fondos marinos de las Islas Seychelles, la única mujer junto a 70 hombres. Dos años más tarde participó en la exploración de las Islas Galápagos. Fue la primera persona en caminar por el fondo del mar a casi 400 metros de profundidad y, más tarde y junto a un ingeniero, diseñaron un submarino con el que descenderían a más de 1.000 metros de profundidad. Fue la primera mujer en dirigir la NOAA en 1999, una de las más prestigiosas instituciones del mundo para el estudio del océano. En España hubo que esperar cinco años más para que Concepción Soto se convirtiera en la primera directora general del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

En lo que a la investigación antártica se refiere, quizá una de nuestras más ilustres representantes (entre unas cuantas del IEO) sea Josefina Castellví, que fue fundadora y jefa de la Base Juan Carlos I en la Isla Livingston, a finales de los 80. El programa Imprescindibles de TVE2 le dedicó en su día un espacio donde se emitió el documental “Josefina Castellví – Los Recuerdos del Hielo”, de Albert Solé, donde la investigadora vuelve al continente helado a modo de despedida.

La bióloga marina Isobel Ida Bennett (1909) y la zoóloga Elizabeth Pope ayudaron al también zoólogo William John Dakin en la investigación de su famoso libro Australian Seashores. Tras la muerte de Dakin se revisó el libro, y en posteriores ediciones Isobel apareció como coautora y, posteriormente, como primera autora. Escribió otros nueve libros, y fue una de las primeras mujeres en participar en las expediciones antárticas lideradas por la Australian National Antarctic Research Expeditions.

Grandes Navegantes y Regatistas

El capítulo de las grandes navegaciones lo inauguramos con Jeanne Baret, una botánica francesa y la primera mujer en dar la vuelta al mundo a través de sus océanos. Fue entre 1767 y 1776 y tuvo que hacerlo disfrazada de hombre.

No fue hasta la edición de 1996-1997 de la Vendée Globe que dos patronas que salieron de Les Sables d’Olonne: Isabelle Autissier y Catherine Chabaud actuaron como pioneras. Autissier finalizó el recorrido fuera de clasificación tras una parada técnica en Ciudad del Cabo, mientras que Chabaud se convirtió en la primera mujer en completar una regata alrededor del mundo sola y sin escalas (en la 6ª posición). Cuatro años más tarde, Ellen McArthur sorprendía al mundo: se convirtió en la persona más joven en dar la vuelta al mundo en un velero en solitario, pasó a ostentar el récord mundial de circunnavegación del globo y se convertía en la mujer más joven de la historia en recibir el título de Dama del Imperio Británico.

La Vendée Globe da mucho que hablar. En 2004-2005, dos mujeres también participaron y superaron la gira mundial en solitario: Anne Liardet y Karen Leibovici. En el período 2008-2009, fue el turno de las británicas Sam Davies y Dee Caffari. Sam regresó en 2012.

De las siete mujeres que han participado hasta ahora en esta gran regata, seis han logrado terminarla, y la séptima, Isabelle Autissier, como veíamos, también cruzó la línea de meta, pero fuera de regata.

La de 2016 fue una Vendée Globe anómala: por primera vez en 20 años, la salida se dio sin ninguna mujer inscrita. Una «anomalía» que no refleja la realidad de las regatas oceánicas donde las mujeres están presentes en los diferentes circuitos: Figaro, Mini 6.50, Class40 o la Volvo Ocean Race. En esta vuelta al mundo con tripulación y escalas de la edición 2014-2015, incluso vimos una tripulación 100% femenina (Equipo SCA, dirigida por Sam Davies).

Por otra parte, Angela Madsen, fallecida hace unos meses mientras intentaba convertirse en la primera parapléjica y la mujer de mayor edad en cruzar a remo en solitario el Océano Pacífico, fue la primera mujer con discapacidad en cruzar el Océano Atlántico en dos ocasiones. En 2009, ella y su compañera de equipo Helen Taylor se convirtieron en las primeras mujeres en cruzar el Océano Índico remando. Fue tres veces paralímpica y ostentaba 6 records Guinness.

Marinas de guerra y mercantes

El pasado y los orígenes de Isabel Barreto no están del todo claros, pero se cree que podría haber nacido bien en Pontevedra o bien en Lima en 1567. Fue marquesa y también la primera mujer que ostentó el título de almirante en la historia de la navegación española. Encabezó una expedición que navegó unas 3.600 leguas marinas, la mayor distancia recorrida por naves españolas en el siglo XVI. Fue la primera en cruzar el Océano Pacífico por el hemisferio sur y descubrió las islas Marquesas, un archipiélago de la Polinesia.

Grace Murray Hopper, conocida como Amazing Grace, fue la creadora del COBOL y es conocida como la primera mujer «hacker» de la historia. Se alistó en la marina a los 37 años, donde empezó realmente su aventura con la computación, y llegó a ser contraalmirante. Se retiró con 79 años, siendo la persona de mayor edad en servicio en la Marina americana. Un destructor, el segundo buque de la US Navy con nombre de mujer en la historia, lleva su nombre.

Julia del Río se convirtió en el año 2000 en la primera suboficial de la Armada Española. Esther Yáñez González-Irún fue la primera mujer que ingresó en la Escala de Oficiales del Cuerpo General de la Armada, culminó la Octava Vuelta al Mundo como primera mujer Guardiamarina a bordo del “Elcano” y fue también la primera mujer en mandar un buque de guerra en 2005, el patrullero Laya. Sin embargo, hemos tenido que esperar hasta este mismo año para poder ver a una oficial de submarinos, Laura Vitalia González Martínez.

En lo que a la Marina Mercante se refiere, la soviética Anna Ivanovna Shchetitina se convirtió a los 27 años en la primera mujer capitán de un buque transoceánico en 1935. Más tarde, la británica Victoria Drummond se convirtió en 1959 en la primera Jefa de Máquinas. En España, Ángeles Rodríguez Bernabeu fue la primera alumna de Náutica española, y la primera piloto de la marina mercante, en 1984. Mercedes Marrero fue la primera capitán, pero Idoia Ibáñez fue la primera mujer que logró ser capitán con mando en 1994. María Cardona fue la primera oficial de máquinas

Macarena Gil Navarro se convirtió a sus 37 años, en 2015, en la primera práctico de puerto de España. No fue ese su único hito, pues fue la primera mujer capitán en las empresas Euroferrys y Balearia.

Pero una de las pioneras indiscutibles de nuestra Marina Mercante fue sin duda Elisa Soriano Fischer, a quien se puede considerar la primera mujer marino mercante del estado español, aunque siempre reconocía que lo fue por unos días, pues con ella aprobó las oposiciones de médico de Marina Civil (en 1927) otra mujer, la doctora Cecilia G. de Cosa, que se embarcó poco después. Elisa navegó durante pocos años en buques españoles y de otras nacionalidades (principalmente de transporte de emigrantes) dedicándose después a la medicina en tierra. De Cecilia, salvo que era poeta, no se encuentran más datos.

Muchas se quedan en el tintero, por falta de espacio, por falta de tiempo, pero también porque sus historias no han salido a la luz…todavía. Poco a poco esperamos encontrarlas y contarlas.

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Laura Alonso es Ingeniera Naval y Oceánica por la UDC. Viguesa de nacimiento, Ferrolana de adopción. Dedicada al Apoyo Logístico Integrado, la Gestión de la Innovación y el continuo aprendizaje por vocación. Puedes conectar con ella a través de Twitter o LinkedIn.

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Laura Alonso es Ingeniera Naval y Oceánica por la UDC. Viguesa de nacimiento, Ferrolana de adopción. Dedicada al Apoyo Logístico Integrado, la Gestión de la Innovación y el continuo aprendizaje por vocación. Puedes conectar con ella a través de Twitter o LinkedIn.