Ainhoa Leal Díaz, responsable del archivo y la biblioteca de la Fundación Exponav

Si presentamos el Edificio Herrerías como una de las maravillas a conocer de la “ciudad naval”, no lo es menos la responsable de su archivo y biblioteca, quien en tan solo unos años ha dado una vuelta completísima a los fondos de la Fundación y ha llevado a cabo una labor inestimable en lo que a su puesta en valor se refiere. Hoy, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, aportamos nuestro grano de arena con la historia de Ainhoa Leal, una auténtica Científica de la Documentación… aplicada a nuestro sector.

Grace Murray Hopper, Amazing Grace

Este año se espera que Google ponga en funcionamiento un nuevo cable submarino que conectará España con Estados Unidos y Reino Unido. Este cable no tendrá otro nombre que el de Grace Hopper, un honor muy merecido para la considerada primera hacker de la historia, creadora, entre otros, del lenguaje COBOL y cuyo nombre porta desde hace años el segundo buque de la Marina estadounidense con nombre de mujer.

Sylvia Alice Earle, la Dama de las profundidades

Durante el IV Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas, celebrado en Chile en 2017, una de las más ilustres ponentes aseveró que “La humanidad ha ignorado los límites” haciendo uso de los mares en beneficio propio de tal manera que ha desencadenado “el deterioro brutal y crítico de los ecosistemas”.
Fueron éstas palabras de Sylvia Alice Earle, oceanógrafa, investigadora, exploradora, gestora y docente de renombre, conocida como la “Dama de las profundidades” (Her Deepness) o “la Juana de Arco de los océanos”, según James Cameron, entre otras cosas por las más de cien expediciones marinas a sus espaldas y sus más de 7.000 horas de trabajo bajo del agua.

La glacióloga Moira Dunbar, rompiendo el hielo hacia el Ártico

Los rompehielos, al igual que el resto de los buques (en general) han ido ganando con los años en dimensiones y potencia y, por ende, en capacidades. Sin embargo, exitió en 1969 un rompehielos que jamás fue superado en tamaño. Se trataba del SS Manhattan, realmente un petrolero reconvertido, que contó en sus pruebas a través del Ártico con una participante de excepción: Moira Dunbar, una glacióloga escocesa trabajando para Canadá.

Constance Tipper y la fragilidad de los buques Liberty

Sostener el esfuerzo bélico en Europa tras la caída de Francia bajo el nazismo en 1940 no era tarea fácil para los aliados. Sus mercantes eran hundidos uno tras otro por los submarinos alemanes en el Atlántico. Para revertir la situación, Inglaterra encargó a los Estados Unidos la construcción de 60 nuevos buques de carga basados en un simple pero efectivo diseño, la clase Liberty, novedosa en diseño, en técnicas constructivas, en el número de mujeres trabajadoras en los astilleros y en el uso de la soldadura en lugar de remaches. Esto último parecía la causa de que muchos de los cascos de los Liberty se rompieran, pero fue otra mujer, la británica Constance Tipper, la que descubrió la causa que se encontraba tras este problema.

La brecha de género en el ámbito STEM

Nuestra compañera Raquel Abeledo, como parte de un Trabajo de Fin de Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa, en colaboración con el Departamento de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UNED, se encuentra realizando un estudio sobre la brecha de género en el ámbito STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas por sus siglas en inglés), centrándose sobre todo en la ingeniería. El objetivo final del trabajo no es otro que detectar situaciones que obstaculicen el acceso de jóvenes a la ciencia y tecnología, y aquellas que dificulten la permanencia y promoción de hombres y mujeres en estos ámbitos laborales, con el objetivo de diseñar e implementar acciones que promuevan un mayor grado de acceso y participación a estas áreas de conocimiento.

11F, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: 5 ingenieras, 5 referentes

El 11 de febrero se celebra a nivel mundial el día de la mujer y la niña en la ciencia. Las mujeres seguimos siendo minoría en las carreras técnicas. Entorno a este hecho hay un gran debate, no se sabe a ciencia cierta cuál puede ser el motivo de que esto siga siendo así, si es que hubiese uno solo, pero lo cierto es que varias flechas apuntan a la falta de referentes femeninos en las carreras STEM para las niñas. Decía Sally Ride, la primera mujer estadounidense en ir al espacio, que uno no puede ser lo que no puede ver.

Con el fin de participar activamente en la conmemoración de este día y sumar nuevos referentes, traemos hoy las historias de cinco ingenieras navales, cada una de ellas especializada en una rama del sector. Ellas son Nati Durán Mon (obra nueva y reparaciones), Noelia Sánchez Conde (diseño e ILS), Ana Belén Carrasco Martínez (maquinista naval y oficina técnica), Sandra Freiría Vejo (marina de guerra) y Lucía Santiago Caamaño (investigación y docencia).

Las criptoanalistas de la Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial nos dejó, además del horror, un montón de historias que contar. Si hace poco hablábamos de la WATU, que ayudó con su juego de guerra a ganar la batalla del Atlántico contra los submarinos alemanes, hoy les toca el turno a las criptoanalistas. Encontramos en este selecto grupo una serie de nombres más o menos conocidos, pero relevantes cada uno de ellos, a su manera, que trabajaron en diversos programas, incluso más allá del final de la contienda.

La WATU y las mujeres que ayudaron a ganar la batalla del Atlántico con su «Juego»

Por todos es sabido que durante las grandes guerras las mujeres llegaban a ocupar puestos normalmente reservados a los hombres. Esto permitió, en muchos de esos casos, el aprovechamiento de mentes brillantes para el cálculo, el encriptado de mensajes, la inventiva de nuevos sistemas y materiales o incluso el desarrollo de nuevos métodos para salvar la flota (recordemos a Mary Sears y su predicción de las termoclinas para ocultar submarinos). Las fuerzas armadas de diversos países crearon unidades específicas de mujeres que desarrollaban un determinado tipo de trabajos asignados, muchos de ellos considerados de baja complejidad y trascendencia. De uno de esos grupos, las WRNS británicas (Women’s Royal Naval Service, conocido oficial y coloquialmente como las Wrens) salieron la mayoría de trabajadoras de la WATU (Western Approaches Tactical Unit), una unidad de la Royal Navy creada en enero de 1942 para desarrollar nuevas tácticas para contrarrestar los ataques de los submarinos alemanes a los convoyes de transporte transatlántico.

Honor Frost, pionera de la arqueología submarina

Honor Frost fue una mujer polivalente, hizo un poco de todo durante su larga vida, estudió artes, fue escenógrafa en una compañía de ballet y editora en la Tate Britain, pero lo más relevante y que mayor legado nos dejó, llegó a ella de forma accidental: el amor por el buceo y su aplicación a la arqueología, que descubrió tras sumergirse en el pozo del jardín de un amigo y quedar maravillada por la sensación de moverse bajo el agua y, en particular, por la visión de las hojas moviéndose a su alrededor.