El laboratorio de ideas de Rolls-Royce Marine está dispuesto a modelar a su antojo el futuro del mundo marítimo. Si hace un par de semanas comentábamos aquí mismo que la marca pretende tener sus buques autónomos navegando en el 2020, ahora traemos su nuevo concepto modular de buque de carga, el Electric Blue, su visión de cómo los armadores podrían ahorrarse millones en el futuro.

El Electric Blue está basado en un portacontenedores de 1.000 TEUs, en la que los motores, los tanques de combustible, las baterías de alimentación o hasta la habilitación para la tripulación serían modulares, dentro de contenedores intercambiables. De esta manera los armadores podrían, por ejemplo, adaptarse a las diferentes regulaciones internacionales acerca de los gases de combustión sustituyendo los motores en función de la zona en la que va a operar el buque, o quitar la maquinaria para repararla fuera del buque, ahorrando los costes de hacerlo a bordo, y colocando otra en su lugar, con lo que el buque podría seguir operando.

La incertidumbre acerca del precio de los combustibles, los patrones comerciales, las legislaciones futuras y las tecnologías emergentes hacen que, en palabras de Oskar Levander, vicepresidente de Innovación, Ingeniería y Tecnología en Rolls-Royce “no es fácil para un armador tomar la decisión de en qué invertir al comprar un nuevo barco. Para que un buque pueda garantizar su futuro debe ser fácilmente adaptable a diferentes tipos de carga, operaciones y requisitos legislativos. Este buque de carga es un ejemplo de diseño flexible que permitirá a los armadores enfrentarse a las incertidumbres del futuro”.

La modularidad no es la única característica destacada del buque. Este estaría preparado para ser controlado remotamente, bien por la tripulación de a bordo en un puente oculto bajo la cubierta principal o bien a kilómetros de distancia, con información en directo gracias a los sensores del buque. La forma del casco, más ancha de lo habitual, evitaría el uso de agua de lastre y por lo tanto los equipos necesarios para su tratamiento. La propulsión del barco constaría de dos ejes accionados por motores eléctricos de imanes permanentes alimentados por generadores a gas natural licuado o energía almacenada en baterías.

Rolls-Royce estima que el Electric Blue generaría un ahorro de 2,5 millones de euros comparado con otros diseños similares. Aunque la compañía parte del diseño de un buque de carga de 1.000 TEUs, ya está preparando una versión de 4.000 TEUs.

Fuentes: The Motorship / Marine Propulsion

Un artículo de Juan A Oliveira. Si te ha gustado la entrada, puedes seguir el blog por Twitter, Facebook  o correo electrónico (búscalo más abajo),  para recibir las actualizaciones semanales.