
Aguas turquesas a la vista, una playa de arena dorada enfrente y a lo lejos la costa suroeste de Turquía, en donde ciudades históricas y mausoleos aparecen salpicados entre los frondosos bosques. Un escenario de ensueño a tu alcance gracias a las diferentes opciones de alquiler de goletas de lujo, embarcaciones de dos o tres mástiles construidas en madera de manera artesanal durante los últimos doscientos años y que han dejado atrás su función como embarcaciones de cabotaje y pesca para convertirse en barcos de recreo con los que disfrutar las mejores costas del Mediterráneo.
A finales del siglo XVIII la goleta era el buque preferido en todo el mundo para el cabotaje costero gracias a su velocidad y versatilidad. En el suroeste de Anatolia fue introducida por el Imperio Otomano, en donde gracias a sus características fue la escogida por los pescadores locales para el transporte del pescado y las esponjas capturadas. Y ese fue su uso exclusivo durante casi 150 años, hasta que el escritor cretense Cevat Şakir Kabaağaçlı, el pescador de Halicarnaso, inventó el Mavi Yolculuk (Crucero Azul en castellano) a mediados de la década de 1920.

Cevat Şakir Kabaağaçlı había nacido en Creta en 1890, aunque creció en la isla de Büyükada, cerca de Estambul. Tras una tormentosa juventud, acabó exiliado en el pueblo de Bodrum en 1925 tras una ofensa política. Establecido allí, inició una prolífica carrera como escritor adoptando el sobrenombre de “el pescador de Halicarnaso”, en honor del nombre original en griego de Bodrum. Mientras escribía, salía a navegar a bordo de las goletas que utilizaban los pescadores, llevando habitualmente con él a amigos y compañeros, iniciando lo que bautizaron como el Mavi Yolculuk, viajes de una semana a bordo de las goletas desde las que se puede disfrutar de los paisajes del suroeste de Turquía, ricos en ciudades antiguas, mausoleos, pintorescos puertos y doradas playas de aguas turquesas.
Con el paso de los años estos cruceros se fueron volviendo cada vez más populares entre la intelectualidad turca. Para la década de 1970 las goletas ya se usaban casi exclusivamente como embarcaciones de recreo, lo que provocó por un lado que su diseño fuera modificado para aumentar el espacio y el confort de sus pasajeros y por otro un bum en la construcción de este tipo de barcos en la década de 1980, lo que hizo más asequibles los cruceros azules, abriéndolos a turistas de todo el mundo.

Hoy en día hay más de 3.000 goletas en Turquía. El proceso artesanal de su construcción apenas ha cambiado en los últimos 200 años, siguiendo las instrucciones del maestro carpintero de ribera de turno aunque de acuerdo a las reglas de las sociedades de clasificación como el RINA o el Lloyd’s Register. Todavía se siguen usando para su fabricación tanto maderas locales como el pino o el castaño y maderas tropicales como la caoba y la teca, pero durante los últimos años las mejores goletas se construyen con materiales modernos como el aluminio, la fibra de vidrio o resina epoxi que garantizan una mayor durabilidad y un menor peso de la embarcación. En función del tamaño, materiales y características especiales el proceso de construcción de una goleta turca puede durar de nueve meses a dos años y su precio oscila entre los 300.000 y varios millones de euros. Casi todas ellas son construidas en el astillero de Bodrum, aunque existen otros astilleros especializados en Marmaris, Fethiye, Antalya o Estambul.
La evolución del diseño de estas embarcaciones para aumentar el confort a bordo ha dado como resultado unos barcos de desde 12 hasta 60 metros de eslora con capacidad desde 6 a 30 pasajeros. La popa redondeada de las clásicas embarcaciones de pescadores ha sido sustituida por una popa plana o en espejo en la que se ha elevado el castillo de popa para habilitar uno o dos camarotes más en esa zona. Aunque cuentan con dos o tres mástiles con toda su arboladura completa, raramente pueden navegar a vela y lo más habitual es que lo hagan con sus motores diésel a velocidades de crucero de 10 a 11 nudos. Su gran estabilidad y su escasa velocidad las hacen perfectas para cruceros de disfrute en los que la comodidad está por encima de las prisas.


La cubierta superior de las goletas turcas se divide entre el solarium a proa destinado a tomar el sol y la amplia zona de popa, equipada para descansar y comer con cómodos y amplios sofás y cojines, y mesas de comedor habitualmente cubiertas por un toldo para resguardarse de los rayos del sol. Bajo la cubierta los camarotes son amplios y confortables, sin nada que envidiar a los de los mejores hoteles. Incluyen camas dobles, baño completo incorporado, aire acondicionado y portillos al exterior que proporcionan luz natural. El camarote principal suele incluyir a mayores una zona de estar, vestidor, una zona de trabajo y en algunos casos incluso una bañera de hidromasaje. A bordo los pasajeros pueden disfrutar, además del propio viaje, de Wi-Fi ilimitado, televisión vía internet, videoconsolas o juegos de mesa. Y para pasárselo bien en el agua las goletas llevan a bordo todo tipo de juguetes acuáticos, como equipos de pesca y snorkel, kayaks, motos de agua, esquís acuáticos, paddle boards hinchables o donuts de agua.


El éxito del turismo de las goletas turcas ha ido extendiendo su uso al resto del Mediterráneo, y es habitual verlas en aguas de Grecia, Croacia, Montenegro, Italia, Francia o España e incluso fuera del “Mare Nostrum” en destinos tan lejanos como Indonesia. Alquilar una goleta en Turquía o en cualquier otro país es un plan diferente para las mejores vacaciones en familia, para grupos de amigos o incluso para eventos de empresa. Por menos de lo que piensas se puede pasar una semana navegando en las costas de los más bellos paisajes del Mediterráneo. Los alquileres, en barcos de ocho a dieciocho pasajeros, incluyen la tripulación del barco a tu disposición, desde el capitán hasta el cocinero. Embarcarse en una goleta turca es como estar de vacaciones en tu propio hotel flotante donde disfrutarás de la comida, los paisajes y el relax de navegar plácidamente por uno de los mares más tranquilos del mundo.
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Juan A Oliveira es Ingeniero Técnico Naval por la Universidade da Coruña y MBA por la UNIR. Con más de 20 años de experiencia en el sector naval, desde 2013 edita y coordina el blog vadebarcos.net. Puedes conectar con él a través de LinkedIn.
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