En toda la saga del agente 007 han aparecido un gran número de barcos de todos los tipos, desde embarcaciones de recreo a los más futuristas buques stealth. Vamos a hacer un repaso a los más destacados.
El Fairey Huntress de «Desde Rusia con amor».
En la película de 1963 protagonizada por Sean Connery tenemos una impresionante persecución a bordo de una Fairy Huntress, una embarcación de recreo de madera propulsada por un motor Ford Interceptor V8 que alcanzaba los 23 nudos (43 km/h).
Sus dimensiones eran de 23 pies de eslora (7 metros) por 8,5 pies de manga (2,5 metros), con un peso de 2.500 kilogramos.
Esta embarcación fue diseñada por Ray Hunt and Alan Burnard en el año 1962, y solamente se construyeron unas 250 unidades.
El Disco Volante de «Operación Trueno».
Sean Connery repetía como el Agente 007 en este film de 1965, en el que el «malo» de turno, Emilio Largo, era el propietario de un yate cargado de tecnología punta. En las últimas escenas, el buque se dividía en dos, separando la zona de popa de la verdadera embarcación utilizada para rodar la película, el hidrofoil Flying Fish, construido en 1957 por el astillero italiano Rodriquez Cantieri Navali.
El Flying Fish, de la clase PT 20, fue el primer hidrofoil comercial, llevando a cabo la ruta entre Messina y Reggio Calabria, en 1957. Sus dimensiones eran de 21 metros de eslora por 5 metros de manga, que llegaban hasta los 7,5 metros contando los foils. Sus motores de 800 kW lo llevaban a alcanzar velocidades de 30 nudos (55,5 km/h).
El Bath-O-Sub de «Diamantes para la eternidad».
En los últimos instantes de esta película de 1971, el personaje de Ernst Stavro Blofeld intenta escapar en esta embarcación submarina monoplaza, creada en el taller de George Barris, el mismo lugar en donde nacieron el Batmobile o el Coche Fantástico.
Las lanchas Glastron de «Vive y deja morir».
Hasta siete modelos de lanchas Glastron USA fueron utilizadas en este film de 1973, el primero con Roger Moore en el papel de James Bond, incluyendo la lancha utilizada en la mítica escena en que el Agente 007 vuela por encima de una carretera.
En esa escena la lancha utilizada fue una Glastron GT-150 fabricada en 1972 y propulsada por un motor Evinrude Starflite de 1oo kW, con la que se consiguió un salto récord de 35 metros. Sus dimensiones eran de 15 pies de eslora por 7 pies de manga.
El amplio catálogo de «La espía que me amó».
La historia de esta película de 1977 contiene una gran variedad de vehículos marinos, desde un superpetrolero hasta una inexistente en la época moto de agua.
El Liparus era el segundo superpetrolero más grande del mundo en su época. La propia Shell ofreció el barco para la grabación del film, pero el alto coste y los riesgos asociados hicieron que los productores optaran por otra vía, construir una réplica del buque a escala de 20 metros de largo. La maqueta estaba tan lograda que sus fabricantes fueron nominados a los Oscar, pero perdieron ante las naves de Star Wars.
El cometido del buque en la película era secuestrar submarinos americanos y soviéticos, con una gran puerta a proa, por la que entraban los buques.
Todas las escenas interiores del Liparus se rodaron en un gigantesco escenario en los Pinewood Studios, en los que llegaron a caber tres submarinos a escala real, bajo la supervisión de Stanley Kubrick.
En otra de las escenas de «La espía que me amó», Roger Moore conducía una «wet bike», nombre que se le dio a un artilugio que no existía en la época, la moto de agua, construida expresamente para el film por Artic Enterprises.
Pero quizá el vehículo más icónico de toda la película y puede que de toda las películas de Roger Moore de la saga del agente 007 es el Lotus Esprit S1 blanco convertible en submarino.
El diseñador Sir Ken Adams convirtió el fantástico coche de Lotus en uno de los gadgets más recordados. Ruedas escamoteables para la estanqueidad, aletas, periscopio,…
Los «malos» también tenían su submarino biplaza. Cuando los productores de la película visitaron las instalaciones de Perry Oceanographics, vieron al pequeño Shark Hunter. De vuelta en a los estudios cambiaron el guión para incluir una escena de persecución entre este minisubmarino y el Lotus sumergible.
Con una eslora de 15 pies (4,5 metros), casco de aluminio y fibra de vidrio, las baterías de su motor eléctrico le permitían una velocidad máxima de 3,5 nudos (6,5 km/h) con una autonomía de 5 a 6 horas.
La base de operaciones del villano de turno, Atlantis, se trataba de una estación marina gigantesca, que recuerda a las creaciones del arquitecto francés Jacques Rougerie.
Para las escenas de la película se creo una maqueta en las aguas de Nassau.
Y finalmente, el héroe consigue huir en una cápsula de escape flotante con todo lujo de equipamiento interior.
La Glastron Carlson CV23HT de «Moonraker».
Las lanchas rápidas de la americana Glastron volvían a tener presencia en esta película de 1979. En este caso se trataba de una Glastron Carlson CV23HT que navegaba por el río Amazonas mientras otros modelos de la marca la perseguían. Entre 1978 y 1979 se construyeron 300 embarcaciones de este modelo, y sólo 3 fueron pintadas del color gris metalizado de la película.
Una eslora de 7 metros y una manga de 2,3, un motor Mercruiser de 195 kW y una velocidad máxima de 50 nudos (90 km/h) eran sus características.
El Flying Saucer de «Nunca digas nunca jamás».
Años después de abandonar el personaje, Sean Connery filmaba en 1983 este remake de Operación Trueno, en el que el antiguo Disco Volante se renovaba en esta versión en el casco del Nabila, uno de los 100 yates más grandes del mundo aun hoy en día (su nuevo nombre es Kingdom 5KR) y que en la época en la que se rodó la película pertenecía al millonario saudí Adnan Khashoggi.
El buque fue construido para el millonario por los italianos Benetti en 1980, por un precio de 100 millones de dólares. Dos motores de 2250kW cada uno mueven dos hélices que propulsan los 86 metros de eslora por 13 metros de manga del yate a una velocidad de 17 nudos (31 km/h).
Una tripulación de 31 personas atiende a un máximo de 22 pasajeros acomodados en los 11 camarotes del barco. Las cinco cubiertas del buque albergan un cine para doce personas, una piscina y un helipuerto, además de dos embarcaciones auxiliares.
El buque stealth de «El mañana nunca muere».
Basado en un buque real de la marina de los Estados Unidos, el Sea Shadow (ver artículo en este mismo blog), el villano de esta película de 1997 protagonizada por Pierce Brosnan tenía en este buque su base de operaciones.
Los diseñadores de la película se inspiraron en las formas de los catamaranes que cruzan el Canal de la Mancha para el diseño de la maqueta de 10 metros de largo y tres toneladas y media de peso que se utilizó para dar vida el buque.
Las escenas se rodaron en el mismo tanque utilizado para rodar el Titanic de James Cameron, en la ciudad mexicana de Rosarito.
La embarcación de recreo de Q en «El mundo nunca es suficiente».
La secuencia inicial de este film de 1999 protagonizado de nuevo por Pierce Brosnan recoge una impresionante persecución por el Río Támesis en la que Bond maneja una impresionante lancha construida por Benz.
Los casi 5 metros de eslora de esta embarcación se propulsan mediante un motor V8 de 220 kW que impulsan un waterjet.
Los hovercraft Osprey 5 MKII de «Muere otro día».
De nuevo Pierce Brosnan, y de nuevo en la secuencia inicial, aunque ahora escapando de las tropas del Coronel Moon en esta película de 2002 a bordo de un hovercraft Osprey. Un motor de 80 kW desplaza los 5 metros de eslora de la embarcación sobre su colchón de aire, alcanzando una velocidad máxima de 80 km/h y superando obstáculos de 30 centímetros de altura.
El Sunseeker Predator 108 de «Casino Royal».
Esta embarcación de puro lujo aparecía en el film de 2006, ahora con Daniel Craig en la piel del agente 007. Este yate de la casa inglesa Sunseeker, de 33 metros de eslora y 6 metros de manga, está valorado en unos 5 millones de euros.
Fuentes gráficas: pinterest.com faireyownersclub.co.uk thecentralshaft.blogspot.com.es jamesbondmm.co.uk jamesbond.wikia.com youtube.com jamesbondlifestyle.com 007museum.com coolmaterial.com dailymail.co.uk originalprop.com angelfire.com theguardian.com woodyboater.com superyachtfan.com bmt216a.dk mirror.enha.kr en.wikipedia.org loffit.abc.es tested.com cubesmart.com mymediawelt.de xs-if.co.ukUn artículo de Juan A Oliveira
Pingback: Las 10 historias más vistas del año en Va de barcos. | Va de barcos
Pingback: Sunseeker, yates de lujo con acento británico | Rebazve Holding Limited
Pingback: El trimarán Lagoon de Waterworld. | Va de barcos
Pingback: El trimarán Lagoon de Waterworld » diariodenautica.com
Pingback: Portaaviones Queen Elizabeth. Al servicio de su majestad. | Va de barcos
Buenos días
Excelente artículo, pero falta la góndola de Moonraker, una de las mejores.
Muchas gracias y saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona