El HMAS Hobart de la Royal Australian Navy

El HMAS Hobart es el primero de los tres destructores de guerra aérea de la clase que lleva su nombre en la Royal Australian Navy. El HMAS Brisbane y el HMAS Sydney son los otros dos buques que completan la clase.

Basado en el modelo de las fragatas de la clase Álvaro de Bazán (F100) diseñadas y construidas por Navantia para la Armada Española, el buque fue construido en el astillero de ASC en Osborne, muy cerca de Adelaida (Australia), uniendo bloques fabricados por el propio ASC, por BAE Systems Australia en Victoria y Forgacs Group en Nueva Gales del Sur, bajo el control de la Air Warfare Destroyer Alliance, la unión del Departamento de Defensa australiano, ASC Shipbuilding, Raytheon Australia, Navantia, la US Navy y Lockheed Martin.

Los primeros pasos del programa AWD se dieron hace ya más de 25 años. En 1992 el documento Force Structure Review trazaba los planes para reemplazar los tres destructores de la clase Perth construidos durante la primera década de los años sesenta y cuatro de las seis unidades de las fragatas de la clase Adelaide construidas entre 1977 y 1981 mediante la construcción de seis fragatas de la clase Anzac configuradas para la guerra aérea.

Buque de la clase Anzac (fuente: Wikipedia)

Dado que los buques de la clase Anzac eran demasiado pequeños para incluir todo el equipo y armamento necesario para ese fin, la RAN optó entonces por la mejora de cuatro de las fragatas de la clase Adelaide antes de lanzarse a la adquisición de tres nuevos destructores de guerra aérea bajo el proyecto SEA 4000.

Los requisitos de los nuevos buques fueron plasmados en el informe Kinnaird de 2003, y un año después el Departamento de Defensa australiano decidió que los nuevos destructores se construirían alrededor del sistema de combate AEGIS, incorporándose en 2005 al proyecto Raytheon Australia con la responsabilidad de integrar este sistema en el diseño elegido.

Ese mismo año el astillero de ASC en Osborne fue elegido como constructor principal de los nuevos buques, y a finales de ese año la Defence Materiel Organisation (DMO), ASC, y Raytheon formaban la AWD Alliance para el desarrollo del proyecto.

Blohm + Voss, Navantia, y Gibbs & Cox entre otros presentaron sus diseños, identificándose el Evolved Flight II Arleigh Burke de los americanos como el preferido por el gobierno australiano, y el español basado en la fragata Álvaro de Bazán como la alternativa oficial.

USS Arleigh Burke (fuente: Wikipedia)

Durante los dos años siguientes, de 2005 a 2007, ambos diseños fueron sometidos a diferentes pruebas y modificaciones como parte del proceso de selección. Aunque los dos diseños eran similares en eslora, velocidad y armamento, el diseño americano aventajaba al español en términos de desplazamiento, autonomía, operaciones de helicópteros y armamento principal.

Aun así, en junio de 2007 el diseño de Navantia resultó ganador, considerándose una opción menos arriesgada ya que mientras el americano no había pasado de la fase de diseño, ya existían en funcionamiento cuatro fragatas de la clase F-100 para la Armada Española, y otras cuatro de la clase F-310 para la marina noruega, todas ellas derivadas del diseño ganador.

Las cinco fragatas de la clase Álvaro de Bazán (fuente: ABC)

Además, al elegir el diseño español se esperaba que los buques estuvieran acabados cuatro años antes y con un coste de 600 millones de euros menos que si se hubiera elegido el americano. En octubre de 2017 se formalizó el pedido por tres buques, con opción a un cuarto (no llegado a construir), por un importe de 5.000 millones de euros.

En el 2009 ASC, NQEA Australia, y Forgacs Group fueron elegidos para construir los diferentes bloques que compondrían los buques, aunque NQEA fue rápidamente sustituido por BAE Systems Australia. De los 31 bloques que formarían cada buque, el 70% sería construido por BAE y Forgacs, mientras que ASC se encargaría del resto y del montaje, armamento, equipamiento e instalación de sistemas, así como de las pruebas de los destructores.

Bloque construido en Forgacs (fuente: Australian Government)

Los problemas empezaron en octubre de 2010. El bloque central de la quilla del Hobart, el primer buque de la clase, construido por BAE, estaba fabricado incorrectamente y no coincidía con los otros bloques construidos por los otros dos fabricantes. BAE culpó de los errores a fallos en los planos de Navantia, mientras que la AWD Alliance argumentó que estos errores no se daban en los bloques de los otros fabricantes, achacando los problemas a fallos de fabricación de BAE.

A mediados de mayo el gobierno australiano anunció que debido a estos errores la entrega del buque se retrasaría entre uno o dos años, y redujo la carga de trabajo de BAE redistribuyendo 13 de los 24 bloques que iban a construir de los dos primeros buques entre ASC, Forgacs y Navantia.

A finales de 2012 se tomó la decisión de retrasar nueve meses más el proyecto, con la intención de crear una mejor transición entre el programa AWD y los siguiente proyectos navales del país austral (los futuros reemplazos de los submarinos de la clase Collins y de las fragatas de la clase Anzac).

Un informe de la Australian National Audit Office (ANAO) en marzo de 2014 criticaba duramente a la Defence Material Organisation y a la AWD Alliance por subestimar los riesgos de rediseñar los buques para las operaciones australianas, así como de la decisión de construirlos en astilleros locales sin experiencia reciente. La ANAO señalaba el pobre nivel de los planos entregados por Navantia así como los continuos errores constructivos.

La falta de estructura interna de la alianza, o el confuso rol de la DMO, actuando como suministrador, constructor y cliente a la vez, también fueron señalados. Entre otros problemas, un 25% de la tubería tuvo que ser reemplazada por fallos en la fabricación, y el bloque del palo principal fue rechazado por defectos en el cableado y el equipo del sistema de combate.

El retraso en la entrega de los buques se fue hasta los tres años, pasando de ser entregados entre 2014 y 2016 a serlo entre 2017 y 2020. El presupuesto se elevó de los 5.000 millones de euros originales a más de 5.800 millones. Por todo ello, el programa AWD entró en la lista de Projects of Concern del gobierno australiano en junio de 2014, de donde no saldría hasta febrero de 2018, con el primer buque de la clase, el HMAS Hobart, ya en servicio.

El HMAS Hobart (fuente: RAN)

El Hobart mide 147,2 metros de eslora por 18,6 de manga, con un calado de 5,2 metros, con un desplazamiento de 6.250 toneladas. El buque es propulsado por una planta que combina diésel y gas (CODAG), con dos motores diésel Caterpillar de 5.650 kW cada uno y dos turbinas de General Electric de 17.500 kW cada una.

Las dos hélices del buque le permiten desplazarse a 28 nudos de velocidad máxima, con una autonomía de 5.000 millas náuticas a velocidad de crucero de 18 nudos. El casco del AWD incluye un propulsor transversal en proa para aumentar la maniobrabilidad del buque.

El Hobart está tripulado por 186 personas, más 16 técnicos de operación y mantenimiento del helicóptero embarcado. Los espacios de habilitación pueden incrementarse para aumentar la tripulación hasta las 234 personas.

El HMAS Hobart (fuente: RAN)

Los AWD son los primeros buques de la RAN en estar equipados con el sistema AEGIS, que incluye un radar AN/SPY-1D (V), un sistema vertical de lanzamiento de misiles Mk 41 de 48 celdas, misiles antiaéreos SM-6 y un sistema de combate de arquitectura abierta. Con esta combinación el buque puede destruir aeronaves o misiles enemigos a 150 kilómetros de distancia.

Además están armados con un sistema de misiles antibuque Harpoon, tubos lanzatorpedos Mk32 Mod 9, un cañón Mark 45 del calibre 62, un CIWS Phalanx Block 1B y dos ametralladoras M242 Bushmaster. A popa de la superestructura se encuentran el hangar y la cubierta para el helicóptero embarcado, con capacidad para transportar un MH-60 Romeo, encargado de misiones tanto de reconocimiento como de combate. Como contramedidas el buque cuenta con cuatro lanzadores de contramedidas de 130 mm MK-137 y cuatro lanzadores para contramedidas de radio frecuencia, infrarrojos o submarinas acústicas.

El HMAS Hobart (fuente: RAN)

A mayores del radar AN/SPY-1D (V) el conjunto de sensores del Hobart incluye entre otros un radar de búsqueda en el horizonte Northrop Grumman AN/SPQ-9B de banda X, un radar de navegación SAM Electronics de banda X o un sistema Sagem VAMPIR de búsqueda y rastreo. Para defenderse cuenta con un radar táctico electronico ES-3701, un sistema de comunicaciones ESM SwRI MBS-567A, un receptor digital multipropósito de Ultra Electronics Avalon Systems y un receptor de banda estrecha de Jenkins Engineering Defence Systems. El sistema de comunicacines de los AWD se completa con radio HF, VHF y UHF, conexiones tácticas Link 11 and Link 16, terminales ASTIS MCE y los equipos Inmarsat.

El rol principal para el que están construidos estos buques es la defensa aérea de una fuerza operativa naval, las fuerzas ubicadas en tierra y la infraestructura costera, aunque también pueden servir para atajar amenazas de buques de superficie o submarinos. Además, estos destructores pueden realizar misiones de mantenimiento de la ley, defensa y ayuda de la población civil, toma de datos medioambientales, misiones de rescate o misiones diplomáticas.

Características generales
Eslora: 146,7 metros
Manga: 18,6 metros
Calado:5,2 metros
Desplazamiento: 6.250 toneladas
Velocidad máxima: 28 nudos
Autonomía: 5.000 millas náuticas a 18 nudos
Tripulación: 180 personas


Juan A Oliveira es Ingeniero Técnico Naval por la Universidade da Coruña y MBA por la UNIR. Desde 2013 edita y coordina el blog de temática naval vadebarcos.net. Puedes conectar con él a través de Twitter o LinkedIn.

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