Henry J. Kaiser y los Liberty Ships: el origen de la construcción naval moderna

Cuando la Segunda Guerra Mundial estalló en 1939, la flota mercante aliada no estaba preparada para el traslado masivo de víveres y materiales que sostenían el esfuerzo bélico desde la orilla americana del Atlántico hasta las costas europeas. La caída de Francia en 1940 llevó la situación a un punto insostenible, con los submarinos alemanes atacando los convoyes aliados a lo largo de toda la costa francesa.

En un intento de revertir esta situación, Inglaterra encargó a los Estados Unidos la construcción de 60 nuevos buques de carga basados en un simple pero efectivo diseño inglés, un buque a carbón de 11.000 toneladas de desplazamiento y 11 nudos de velocidad. Los americanos aceptaron el encargo, y además, en enero de 1941 el presidente Roosevelt anunciaba que otros 260 buques iguales se construirían para su propia flota. Pero la industria naval americana no estaba preparada para este exigente nivel de producción, los astilleros existentes tuvieron que ser modernizados, y otros nuevos tuvieron que ser construidos. Y es ahí en donde surge la figura más importante de esta historia, el empresario industrial Henry J. Kaiser.

Kaiser había nacido en Nueva York en 1882, hijo de Franz y Anna Marie, inmigrantes alemanes. Su primer trabajo lo obtuvo con 16 años, como cajero en una tienda de su ciudad natal. Tras formarse como aprendiz de fotografía y montar su propio estudio a la edad de 20 años, en 1906 se mudó al estado de Washington, en la costa oeste americana y con los ahorros de sus primeros años montó una empresa de construcción. A través de contratos con el estado Kaiser se involucró en grandes proyectos como las presas de Hoover, Bonneville, y Grand Coulee, o el puente de la Bahía de San Francisco-Oakland.

Su interés por las embarcaciones de carreras lo llevó a montar sus propios astilleros en Seattle, Tacoma, Maine o Richmond (California), en donde Kaiser introdujo diferentes medidas para la mejora de la producción. En sus astilleros se instauraron técnicas de producción en masa sacadas de las plantas de automóviles de Ford; se sustituyó el tradicional remachado por la soldadura, introducida en Inglaterra en 1921 en la construcción naval; y se instauró la construcción de buques por bloques en diferentes lugares para luego unirlos en el astillero que ya se había probado con éxito en Hog Island durante la Primera Guerra Mundial.

Henry J. Kaiser y su esposa (fuente: Defense Media Network)

Así, cuando el gobierno americano tuvo que decidir en 1941 qué astilleros construirían los 60 buques para Inglaterra, el encargo recayó sobre los astilleros de Kaiser en Maine y en California. Los barcos ingleses estaban basados en un diseño simple, barato de construir y de mantener, equipados con calderas a vapor, con la zona de habilitación, el puente y la cámara de máquinas en el centro del buque, con 1.900 kW de potencia, 11.000 toneladas de desplazamiento, 127 metros de eslora y 17 de manga, y una velocidad de 11 nudos. El primer buque, el SS Ocean Vanguard, fue botado en agosto de 1941.

El Ocean Traveller, uno de los 60 buques para Inglaterra (fuente: www.ssjohnwbrown.org)

Lo siguiente era construir los 260 buques para la flota americana. A principios de 1941, dieciocho astilleros a lo largo de los Estados Unidos, de los cuales nueve eran de nueva construcción, fueron seleccionados en base a su tamaño y localización, así como la capacidad para encontrar mano de obra. El diseño inglés fue modificado por la United States Maritime Commission, tanto para adaptarlos a las prácticas de construcción americana como para reducir tanto el tiempo como el coste de construcción.

La versión americana se denominó EC2-S-C1: EC por Emergency Cargo, 2 por su tamaño entre 400 y 450 pies (120 y 140 metros) de eslora, S por steam engines (máquina de vapor) y C1 para denominar su diseño. Los primeros buques fueron encargados en marzo de 1941 y seis meses después, los primeros 14 se botaron el 27 de septiembre de 1941, en un día nombrado como el Liberty Fleet Day, ya que en palabras de Roosevelt, estos buques devolverían la libertad a Europa. Así nacía la leyenda de los Liberty Ships.

Los 18 astilleros adoptaron las técnicas de Kaiser para la construcción naval, construyendo los buques por paneles y bloques prearmados, y sustituyendo el remachado por la soldadura y estableciendo una especificación y unos planos estandarizados que utilizaban todos los astilleros y que facilitaron la intercambiabilidad de componentes entre los diferentes astilleros. Más de un millón y medio de trabajadores tuvieron que ser formados para trabajar en los astilleros, incluyendo a un gran número de mujeres que sustituían a los hombres que se dirigían al frente.

Aunque los primeros buques se tardaron 230 días en ser construidos, la media se estableció en 42 días. El récord lo marcó el SS Robert E. Peary, botado tan solo 4 días y 15 horas y media después de que se colocara su quilla. Para 1943, tres buques Liberty se construían cada día. Más de 2.700 buques fueron construidos entre los dieciocho astilleros entre 1941 y 1945, el mayor número de buques de la misma clase jamás construidos. El último de ellos fue el SS Albert M. Boe, botado el 26 de septiembre de 1945.

Diseñados para una duración de cinco años, más de 2.400 buques Liberty sobrevivieron a la guerra, y pasaron a la flota mercante mundial bajo el control de armadores como Aristóteles Onassis, John Fredriksen o Stavros Niarchos, a pesar del problema la ruptura del casco de los buques por sus soldaduras en mares fríos hasta que en 1847 la metalúrgica y cristalógrafa británica Constance Tipper descubrió que se debían al fenómeno de la fractura frágil.

A día de hoy, existen cuatro buques Liberty en el mundo: el SS John W. Brown como buque museo en el puerto de Baltimore; el SS Jeremiah O’Brien como buque museo en San Francisco; el SS Arthur M. Huddell renombrado como Hellas Liberty y utilizado como buque museo en el puerto del Pireo en Grecia; y el SS Albert M. Boe, el último construido y en manos privadas desde 1964, renombrado como Star of Kodiak y ubicado en Kodiak, Alaska.

El SS John W. Brown en el puerto de Baltimore (fuente: The Wayside Inn)

Además de los buques Liberty, Kaiser construyó buques escolta de la clase Casablanca, transportes de tropas o buques de desembarco de tanques. Sus astilleros construyeron casi 1.500 buques durante la guerra, el 27 por ciento de los pedidos por la U.S. Maritime Commission. La aportación de Kaiser fue más allá de la simplemente técnica u organizativa: estableció un programa de salud para sus trabajadores y sus familias denominado Kaiser Permanente; dirigió Kaiser Motors, compañía automovilística conocida por la seguridad de sus coches; se involucró en la construcción de centros cívicos, hospitales o centros médicos; y estableció la Kaiser Family Foundation, una organización benéfica sin ánimo de lucro. El 24 de agosto de 1967, Kaiser falleció a la edad de 85 años en Honolulu.


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Juan A Oliveira es Ingeniero Técnico Naval por la Universidade da Coruña y MBA por la UNIR. Desde 2013 edita y coordina el blog de temática naval vadebarcos.net. Puedes conectar con él a través de Twitter o LinkedIn.

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3 comentarios en “Henry J. Kaiser y los Liberty Ships: el origen de la construcción naval moderna

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