
Sobre la cubierta del buque semisumergible para grandes cargas Seaway Swan llegó a finales de 2022 la Tango FLNG a la ría de Ferrol. La que es una de las primeras flotantes plantas de licuefacción de gas natural (FLNG por sus siglas en inglés, floating liquefied natural gas) del mundo será presumiblemente sometida en el astillero de Navantia Fene a los trabajos de modificación necesarios para su entrada en operación en el campo offshore Marine XII de la República del Congo, prevista para mediados de 2023.
Según la Agencia Internacional de la Energía la demanda global de energía se incrementará un 30% de aquí a 2040. En este escenario, el gas natural es uno de los recursos más valiosos para hacer frente a esta demanda, debido a varias razones. En primer lugar, es una fuente de energía muy versátil y eficiente, que puede utilizarse tanto para generar electricidad como para calentar nuestros hogares. Por otro lado, el gas natural es el menos contaminante de los combustibles fósiles, ayudando a reducir el impacto ambiental del uso del petróleo o el carbón. Además, el gas natural es un recurso abundante en diferentes partes del mundo, aunque muchas de sus reservas se encuentran en alta mar.
Los estudios para construir plantas flotantes para el aprovechamiento del gas natural en alta mar comenzaron ya en los años 70 del siglo pasado, aunque la primera instalación, el FLNG Prelude, no entró en servicio hasta finales de 2018. Las grandes ventajas de estas plantas flotantes frente a las instalaciones en tierra son su menor coste de implantación e impacto ambiental, ya que no exige de la compra de terrenos o la construcción nuevas infraestructuras, solo el remolcado hasta el campo a explotar; su mayor versatilidad, al poder ser desplazadas allí donde son necesarias y cuando las reservas del campo se agoten ser movilizada de nuevo; y también la seguridad, al estar situadas en el mar lejos de zonas habitadas. Una vez colocada sobre el campo a explotar, la planta de licuefacción flotante procesa a bordo el gas natural extraído del subsuelo, enfriándolo hasta los -162 grados centígrados para licuarlo y reducir su volumen unas 600 veces. Una vez procesado el GNL se almacena en los tanques de la planta hasta que es trasladado a tierra para su utilización mediante barcos metaneros.

En 2011, el Banco Industrial y Comercial de China y la compañía belga Exmar, especializada en la logística y almacenaje de gas natural licuado, firmaron un contrato de casi 200 millones de euros para la construcción en el astillero del grupo Wison en Nantong (China) de la Caribbean FLNG, la que debía ser la primera planta de licuefacción flotante del mundo, con el fin de ponerla en operación en el campo Rubiales en Colombia. Una vez terminada en 2016, la Caribbean FLNG, con unas dimensiones de 144 metros de eslora por 32 metros de manga, contaba con una capacidad de licuefacción de hasta 600.000 toneladas anuales y de almacenamiento de 16.100 m3 de gas natural licuado (GNL) en sus tanques.
Pero los problemas financieros de la Pacific Exploration & Production, la compañía que iba a explotar la planta en Colombia, obligaron a Exmar a cancelar el contrato y a dejar a la planta sin entrar en servicio. En 2018 la empresa energética argentina YPF cerró un contrato con Exmar para la explotación durante diez años de la planta en Bahía Blanca (Argentina). Tras realizarse en China las modificaciones necesarias para su nuevo destino y un viaje de 45 días, la ahora renombrada como Tango FLNG llegó a Bahía Blanca en febrero de 2019, realizando su primera entrega de gas en junio de ese mismo año. Durante un año la planta fue capaz de procesar y transferir hasta 624.000 metros cúbicos de GNL, un 20% más de su capacidad de diseño con una disponibilidad del 99%. Pero a mediados de 2020 YPF dejó de pagar a Exmar sus servicios alegando causas de fuerza mayor debidas a la crisis de la COVID-19. Tras un arbitraje, el litigio acabó con la cancelación del contrato de diez años para la explotación de la planta y con la Tango FLNG en un fondeadero seguro en Uruguay.

La planta ha permanecido allí hasta este verano. En agosto de 2022 la compañía italiana Eni (Ente Nazionale Idrocarburi) compró a Exmar la Tango FLNG con la intención de utilizarla en la República del Congo, como parte de las actividades del proyecto de desarrollo de gas natural en el bloque Marine XII del país africano a partir del segundo semestre del próximo año. En su camino desde Sudamérica hasta África la planta será presumiblemente modificada en el astillero de Navantia Fene para su adaptación a las necesidades específicas del campo congoleño, aunque ha día de hoy se desconoce el alcance exacto de los trabajos a los que será sometida en el astillero ferrolano.
También te puede interesar:
Juan A Oliveira es Ingeniero Técnico Naval por la Universidade da Coruña y MBA por la UNIR. Desde 2013 edita y coordina el blog de temática naval vadebarcos.net. Puedes conectar con él a través de Twitter o LinkedIn.
Si te ha gustado la entrada, puedes recibir las nuevas entradas del blog en tu correo electrónico en el botón de abajo. Además, puedes seguir toda la actualidad del mundo de los barcos en el Twitter o el Flipboard de Vadebarcos.