El cambio de siglo del XIX al XX se encontró con el RMS Oceanic como el barco de pasajeros más grande en eslora de todos los tiempos. El buque de la White Star Line había sido construido en los astilleros Harland and Wolff de Belfast en 1899 y medía 215 metros de eslora, con lo que superaba al SS Great Eastern en cuatro metros de largo.

El RMS Oceanic (fuente: Wikipedia)

Con un coste de un millón de libras de la época, hicieron falta 1.500 personas para construirlo durante los dos años y medio que duró la obra. Con capacidad para 1.700 pasajeros, el Oceanic sirvió como trasatlántico hasta la Primera Guerra Mundial, en la que entró al servicio de la marina británica. El 8 de septiembre de 1914, tan solo un mes después de entrar en servicio, el Oceanic se hundía tras encallar cerca de la isla de Foula, al norte de Gran Bretaña.

Tras el Oceanic, el título de barco de pasajeros más grande del mundo pasó por el RMS Baltic de 1903, y el RMS Lusitania de 1907, año en que también se puso en funcionamiento el RMS Mauretania, el buque de pasajeros más grande de la primera década del siglo XX con 240 metros de eslora.

Construido durante tres años por el astillero Wigham Richardson & Swan Hunter para la Cunard Line, el Mauretania no sólo obtuvo este récord, si no que fue el buque más rápido del mundo durante más de veinte años, hasta que en 1929 el Bremen le quitó tal honor en su viaje inaugural. Su rapidez le llevó a obtener el Gallardete Azul, galardón otorgado desde 1830 al buque más rápido en cruzar el océano Atlántico, tanto en la dirección este-oeste como en el viaje de vuelta.

El RMS Mauretania (fuente: Wikipedia)

El Mauretania, con capacidad para 2.165 pasajeros, sirvió como trasatlántico entre 1907 y 1935, año en que fue desguazado, interrumpiendo esta actividad entre 1914 y 1919, años en los que sirvió en la Royal Navy como transporte de tropas y buque hospital.

Tras el Mauretania el récord pasó por el RMS Olympic de 1911, el RMS Titanic de 1912, el SS Imperator y el SS Vaterland, ambos de 1913, hasta recaer en el SS Bismarck de 1914.

El Bismarck, construido en los astilleros alemanes de Blohm & Voss, vio retrasada su entrega debido al estallido de la Primera Guerra Mundial. La contienda lo mantuvo inacabado hasta que en 1919 pasó a manos británicas tras el Tratado de Versalles como compensación por el hundimiento del HMS Britannic durante la guerra. Renombrado como RMS Majestic, el buque, con capacidad para 2.145 pasajeros y de 291,4 metros de eslora, funcionó como trasatlántico desde 1922 hasta 1936, año en que fue retirado. Rebautizado como HMS Caledonia, el buque se incendió y hundió en 1939.

El RMS Majestic (fuente: Wikipedia)

El Bismarck se mantuvo como buque de pasajeros más grande del mundo durante casi veinte años, hasta la puesta en funcionamiento del SS Normandie en 1935, de 313,6 metros de eslora y capacidad para 1972 pasajeros. Construido en los astilleros franceses de Chantiers de l’Atlantique para la Compagnie Générale Transatlantique, su novedoso bulbo de proa lo convirtió no solo en el más grande si no también en el buque más rápido de su época, en competición siempre con el RMS Queen Mary, igual de rápido pero con una potencia instalada mucho mayor.

El SS Normandie (fuente: Wikipedia)

Durante la Segunda Guerra Mundial el buque fue requisado por las autoridades americanas y renombrado como el USS Lafayette. Durante su transformación en buque de transporte de tropas, el buque sufrió un incendio, quedando inservible y abocándolo al desguace en 1946.

En 1940 se ponía en funcionamiento el segundo de los buques de la Cunard para su servicio exprés de pasajeros entre Europa y América tras el RMS Queen Mary, el RMS Queen Elizabeth. Construido al igual que el primero en el astillero escocés de John Brown & Company, medía 314,2 metros de eslora y tenía capacidad para 2.283 pasajeros.

El RMS Queen Elizabeth (fuente: Wikipedia)

El estallido de la guerra impidió que el Queen Elizabeth debutara como trasatlántico, pasando directamente del muelle de armamento a funcionar como transporte de tropas. Al finalizar la contienda, el buque pudo dedicarse a la tarea para la que fue concebido, que desarrolló hasta 1968. El auge de la aviación comercial acabó con los trasatlánticos y obligó a su venta a un consorcio que lo convirtió en atracción turística y hotel en los Everglades de Florida.

Tan solo dos años después, en 1970, el buque fue vendido de nuevo, esta vez para ser convertido en universidad flotante en Hong Kong. Tras dos años de reforma, el buque fue casi totalmente destruido por un incendio. Sus restos permanecieron en la bahía de Hong Kong hasta 1975, año en que fueron retirados. Las últimas partes del casco que permanecían bajo el agua fueron enterradas a finales de los años 90 durante la construcción de la nueva terminal de contenedores del puerto.

Los restos del Queen Elizabeth en la bahía de Hong Kong (fuente: Wikipedia)

Tuvieron que pasar más de veinte años hasta que un barco le quitó el récord al Queen Elizabeth. En 1962 se ponía en funcionamiento el SS France. Construido en los astilleros franceses de Chantiers de l’Atlantique para la Compagnie Générale Transatlantique, el buque era capaz de transportar 1.744 pasajeros en sus 316,1 metros de eslora.

El France fue el último de los grandes trasatlánticos, a la vez que uno de los primeros buques de crucero modernos. Alternaba el cruce del Atlántico con cruceros invernales, llegando también a completar dos vueltas al mundo. El coste para el gobierno francés para mantener en funcionamiento el France se disparó al inicio de la década de los 70, de tal manera que los fondos se desviaron para el programa del avión comercial supersónico Concorde. El buque fue dado de baja en 1974, y amarrado en Le Havre, en donde pasó los siguientes tres años.

El SS France (fuente: Wikipedia)

En 1977 un multimillonario saudí compró el barco con la idea de convertirlo en hotel, casino y museo en la costa de EE.UU., pero el proyecto nunca se llevó a cabo, y el buque fue vendido de nuevo, esta vez a la Norwegian Caribbean Line, que lo convirtió en 1980 en el crucero más grande del mundo, el SS Norway. Tras casi 25 años de servicio, el buque fue dado de baja en 2004 y vendido para su desguace, que se llevó en las playas de la India entre ese año y 2008.

El France no fue relevado de su trono como buque de pasajeros más grande hasta el nuevo siglo. En 2004 entraba en funcionamiento el RMS Queen Mary 2, construido también por Chantiers de l’Atlantique de Saint Nazaire, con capacidad para 2.620 pasajeros en sus 345 metros de eslora.

Construido para reemplazar al veterano Queen Elizabeth 2, el Queen Mary 2 es el buque insignia de la Cunard Line y el mayor trasatlántico del mundo, ya que su función principal sigue siendo cruzar el océano Atlántico, tarea que alterna con cruceros en el Caribe en el invierno.

El Queen Mary 2 en Nueva York (fuente: Cunard)

Cinco años después, en 2009, Royal Caribbean estrenaba el MS Oasis of the Seas. Construido en el astillero finlandés de STX Europe Turku, su capacidad para transportar a 6.296 pasajeros lo convirtieron en el crucero más grande del mundo en su fecha, además del barco de pasajeros más largo con 361,6 metros de eslora.

El Oasis of the Seas tiene tres buques gemelos, el Allure of the Seas, el Harmony of the Seas y el Symphony of the Seas. Estos dos últimos son ligeramente más largos que el primero, con una marca de 362,1 metros de eslora, aunque esta diferencia podría deberse a las diferencias de temperatura ambiente al tomar las medidas.

El MS Oasis of the Seas (fuente: Wikipedia)

Juan A Oliveira es el responsable de las Áreas de Ingeniería Naval Aplicada y Estructuras en CT Ingenieros. Desde 2013 edita y coordina el blog de temática naval vadebarcos.net. Puedes conectar con él a través de Twitter o LinkedIn.

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